Para
Inciarte (1998), citado por González (2007), es la función que parte del examen de las características, necesidades e intereses de todos los alumnos, para
proporcionarles la atención como personas, fomentando el conocimiento de ellos
mismos, de los demás y del ambiente que les rodea. Asimismo, otro aspecto es la
exploración vocacional de los alumnos, que busca canalizar su capacidad
productiva y sus aptitudes. Es decir, que el docente guiará al alumno en el
descubrimiento de sus habilidades, limitaciones, responsabilidades, capacidad
para tomar decisiones, y promoverá la valoración, por parte del alumno, de los
diferentes roles que le tocará ejercer en su vida.
Funciones:
Deben
formar la dimensión del ser y convivir en los alumnos.
· Ayudar a los alumnos a conocerse y
comprenderse a sí mismos y a los otros, así como a responsabilizarse por su propio
crecimiento personal y académico.
Cooperar
con ellos para que descubran sus potencialidades y superen sus limitaciones.
· Propiciar experiencias que conduzcan a
su desarrollo personal, al diseño de proyectos de vida y la adaptación social óptima.
· Orientar los en la toma de su decisión
vocacional, basada en sus intereses, aptitudes y actitudes frente a su proyecto
de vida.
Tareas:
Tareas:
El
docente deberá orientar al alumno para que exprese sus conflictos personales,
problemas de aprendizaje y/o académicos, mediante la planificación y ejecución
de actividades dirigidas a explorar a cada estudiante, para que reflexionen
sobre su propia vida, dándole información y orientación acerca del crecimiento
personal y vocacional.
Además,
debe reconocer, contribuir y reafirmar las potencialidades de los alumnos,
ayudándolos a tomar conciencia de sus limitaciones. También, debe apoyarlos en
la búsqueda de su proyecto de vida y en la ejecución de actividades productivas
autónomas y comunitarias.
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